El dolor de la pelvis, “me duelen los ovarios”, puede obedecer a múltiples enfermedades que afectan al aparato genital, urinario o digestivo.
Es necesaria una buena historia clínica para saber la fecha de comienzo, cuanto duran en tiempo, con que aumentan y como disminuyen. Investigar si se acompañan de síntomas urinarios o digestivos de tramos bajos. En resumen descartar cualquier proceso benigno o maligno.
En principio, “la paciente siempre tiene razón”, y cuando tiene dolor, estamos obligados a saber por qué sucede.
Salpingitis, parametritis, endometritis, reactivación de hidrosalpinx, infecciones, miomas, quistes ováricos, cistitis, ureteritis, rectitis, hemorroides, alteraciones del asa sigmoidea y otras, pueden ser la causa.
Generalmente las malposiciones no pueden producir dolor, “útero en retroposición” es un cajón desastre donde se mete todo, cuando no se conoce la causa.
No hay que olvidar somatizaciones y en general alteraciones ginecológicas psicosomáticas después de descartar cualquier alteración orgánica.
Ver en el apartado de ginecología, las enfermedades ginecológicas.